En la evaluación de la calidad de un diamante, el peso se considera un factor fundamental, equiparable en importancia al color, la claridad y la talla. Esta consideración se deriva tanto de la rareza de las gemas de gran tamaño como de la percepción estética de que los diamantes más grandes son visualmente más impresionantes que sus contrapartes más pequeñas.
El peso de todos los diamantes tallados se expresa en quilates, utilizando la abreviatura internacional «ct». Es importante destacar que la abreviatura «k» se reserva exclusivamente para indicar las distintas purezas del oro, por lo que nunca debe utilizarse para referirse al peso de un diamante. Un quilate equivale a la quinta parte de un gramo, es decir, 200 miligramos.
A menudo, el peso de un diamante de talla brillante puede estimarse a partir de su diámetro, como se ilustra en la imagen de arriba. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta estimación es aproximada, ya que varios factores, como la profundidad de la piedra y la calidad de la talla, pueden influir en el peso real del diamante.
En La Orfebrería utilizamos la forma más precisa de determinar el peso de un diamante, utilizando una balanza de joyería de alta precisión. Estas balanzas están calibradas para medir el peso en quilates y pueden proporcionar una lectura precisa.
Nuestros diamantes van acompañados de un Certificado Gemológico que incluye información detallada sobre el peso del diamante, junto con las otras características importantes. Este certificado proporciona una medida precisa y confiable del peso del diamante.
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